El verano suele ser una estación muy propicia para la piel de un niño con dermatitis atópica.
En estos días, en los que nos preparamos para el nuevo curso, quizá los papás de los niños con esta enfermedad os preguntéis “¿qué deparará el nuevo curso a la piel de nuestros peque?; Qué podría yo hacer para estirar esta época de menos brotes que ha sido el verano al resto del año….”
Para dar respuesta a estas cuestiones conviene entender:
1. Porqué le salen a nuestros hijos estos molestos eccemas: una vez conozcamos las causas será más fácil tomar medidas preventivas.
2. Qué factores se han dado durante el verano que han resultado beneficiosos (o cuales negativos si nuestra experiencia durante esta estación no ha sido tan positiva…) para intentar replicarlos (o minimizarlos) y conseguir así distanciar los brotes durante el resto del año.
Dos son las características fundamentales en un niño con dermatitis:
A. Piel deficitaria en algunos elementos.
La piel es un órgano fundamental que ejerce de barrera entre el medio externo y el cuerpo:
• Evita la perdida de agua
• Protege frente a sustancias químicas del entorno
• No permite la entrada al organismos de bacterias y virus
Para cumplir esta misión barrera de manera exitosa, la piel está “barnizada” por una sustancia (film hidrolipídico o manto ácido protector) formada por multitud de componentes (ácido láctico, aminoácidos del sudor, ácidos grasos libres de las secreciones sebáceas, factores hidratantes naturales de la piel (NMFS)…).
Bajo este recubrimiento, se encuentra la primera capa de la piel: la capa córnea de la epidermis. Está formada por capas de células muertas que se unen entre sí mediante un cemento de lípidos epidérmicos creando una barrera protectora frente a toxinas y microorganismos y fijando agua.
La piel atópica es deficitaria tanto en los componentes del film protector como en los lípidos epidérmicos (estando, por tanto las células de la capa cornea más expuestas al medio y, además, poco cohesionadas).
Esto supone que la función barrera de la piel será poco eficiente siendo más fácil que sustancias nocivas puedan acceder a capas inferiores donde producirán irritación, picor e infección.
B. Sistema Inmunitario muy reactivo.
El niño atópico tiene, además, un sistema inmunitario muy reactivo (de hecho, no es extraño que presenten también rinitis estacional, asma alérgico…).
Así pues, ante la llegada de sustancias extrañas a capas inferiores de la piel (que podrían no desencadenar respuesta en otros individuos), esta reaccionará de forma exagerada dando lugar a la aparición de eccemas.
El niño se rasca y, de este modo, el proceso se retroalimenta (flechita) mayor deterioro de la piel (flechita) mayor irritación y exposición a sustancias extrañas.
Una vez entendido el proceso, parece claro que todo aquello que preserve (geles de baño sin tensioactivos, que arrastran el film) y mejore (emolientes ricos en los componentes en los que la piel es deficitaria y que por lo tanto refuercen esa función barrera que no está siendo capaz de cumplir) el estado de la piel evitará la aparición de brotes.
Una vez que conocemos el porqué de la dermatitis, repasemos algunos factores que pueden influir en ella y como la evitan o favorecen en verano.
A. Piel seca: si de por si se trata de una piel seca (recordamos que es deficiente en factores hidratantes naturales) todo lo que favorezca la deshidratación estará desaconsejado.
Si bien en verano los baños y duchas son más frecuentes y esto reseca la piel, la aplicación de cremas (protección solar, aftersun…que generalmente actúan como hidratantes aunque este no sea su fin último) también es más frecuente que en otras estaciones.
Es importante que estos productos sean los adecuados, eligiendo siempre marcas que nos garanticen la hipoalergenicidad de sus componentes y que actúen como emolientes. Muy recomendable acudir siempre a la farmacia y contarle el caso al farmacéutico, él sabrá que es lo más adecuado.
El resto del año, mejor duchas que baños. Si optamos por baños estos serán cortos y evitado el agua muy caliente. Se pueden añadir al agua aceites lacteados que favorecen la hidratación.
B. El sudor es un factor desencadenante. Si el niño suda mucho (por ejemplo haciendo deporte) es importante que la prenda sea transpirable (que no se “recueza”) y que se cambie enseguida de ropa (minimizar el tiempo de contacto). El verano puede ser contraproducente en este sentido.
C. Irritantes
Nos enfrentamos a sistema inmunitario muy reactivo. Esto quiere decir que reacciona ante múltiples sustancias.
Así, evitaremos ropa sintética (que, además, no transpira) y lana, apostando siempre por prendas de algodón (en casos extremos mejor blanco que con tinturas).
Mejor evitar detergentes para la ropa y suavizantes perfumados (cuanto más hipoalergénico mejor)
El cloro y otros tratamientos para piscinas son irritantes. Es recomendable que el niño se duche tras el baño.
D. La baja humedad en el ambiente favorece la deshidratación y está, por tanto contraindicada. Los lugares de playa son, por tanto, más beneficiosos para este tipo de piel.
En zonas no costeras podemos mejorar la humedad del ambiente con humificadores.
E. El estrés contribuye negativamente.
F. Los baños con agua de mar son beneficiosos en la mayoría de los casos, pues es rica en sales minerales y tiene propiedades desinfectantes y astringentes. Este poder astringente es especialmente beneficioso en lesiones que destilan peo también hace que la piel esté más seca, luego habrá que aplicar emolientes después del baño en las zonas sin lesiones para compensar este efecto.
En caso de eccemas dishidróticos en manos y pies recomendaría realizar baños de sales durante todo el año.
G. El sol, tomado siempre con moderación y protección solar, es beneficioso para la piel atópica. Se debe a que la radiación UVB y UVA es inmunosupresora a nivel cutáneo, de modo que controla la respuesta inmunitaria que responsable de la inflamación, picor…
Nuestra recomendación:
Higiene diaria con Gel de Avena Syndet TFARMACIA
Hidratación corporal diaria con Emulsión Hidratante TFARMACIA
En zonas complicadas Emulsión Intensiva TFARMACIA
Complejos nutricionales ricos en ácidos grasos de la familia de los omegas (3 y 6)
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[…] y su participación en muchas funciones está cada vez más clara. Os remito a mi artículo sobre dermatitis donde que clara su importancia para la función barrera de la […]