35-40 Un día cualquiera entras con tu hijo en el ascensor, os volvéis hacía el espejo y sonreís…. ¡glup! Te das cuenta de que tu piel dista mucho de la de él, pero…. ¡si eres super-joven!…o ya no… vaya…
+60 Te enfrentas a una nueva etapa, empiezas a disponer de más tiempo y…hay tanto por hacer….Has empezado a notar algún achaquillo y tú quieres seguir sintiéndote ágil y joven mucho más….vaya….
“Buscáis la fama, pero la fama cuesta…”
… y aquí voy a darte algunas pautas para retrasar el envejecimiento, eso sí, tenemos que poner de nuestra parte. ¡Vamos allá!
El envejecimiento es el conjunto de cambios morfológicos y funcionales que se producen como consecuencia del paso del tiempo.
Son diversas las causas:
1. Envejecimiento cronológico: Un buen punto de partida es comprender que el envejecimiento es propio de la evolución del organismo. Del mismo modo que desde pequeñitos crecemos hasta alcanzar un punto máximo en el desarrollo de nuestro cuerpo y desempeño de nuestras funciones (porque genéticamente estamos programados para ello), una vez alcanzado ese punto nuestro organismo comenzará a envejecer. Es intrínseco, inevitable y progresivo.
Especial mención requiere la caída de estrógenos de las mujeres durante la menopausia. Da lugar a modificaciones drásticas en un corto periodo. Se trata del envejecimiento hormonal y requerirá, por nuestra parte, un esfuerzo extra para atenuar o suavizar esos cambios.
2. Envejecimiento conductual: Sin embargo, del mismo modo que el entorno y la alimentación determinarán que un niño desarrollo o no al máximo su potencial genético, igualmente nosotros podemos incidir sobre los factores externos responsables del envejecimiento a fin de que la pendiente de la curva sea lo menos acusada posible.
Sabemos, pues, que envejecemos “porque si” y por hábitos (activos o pasivos: tanto cosas que hacemos como otras que dejamos de hacer) pero…. ¿por qué? No está del todo claro…
– Las sucesivas divisiones de nuestras células durante la vida hace que estas empiecen a multiplicarse de forma más ineficiente entrando en senectud (teoría de la telomerasa).
– Parece claro el papel de reacciones de óxido-reducción que deterioran las células y sus estructuras (las proteínas como por ejemplo el colágeno).
– Desgaste con menor capacidad, por estar el organismo envejecido, de recuperación…
1. Sin duda:
a. ¡Evitemos las situaciones que sabemos generan radicales libres!
– Exposición solar
– Tabaco
– Estrés
– Polución
b. Mantengamos una dieta completa y equilibrada, eligiendo los complementos nutricionales que más se adecuen a aquello que más nos preocupa y a nuestras características genéticas (“de que pie cojeamos”)
– Antioxidantes: resveratrol, vitamina C y E (REVIDOX ADN ®)…
– Sustancias que, debido al envejecimiento cronológico, vamos a generar menos o a deteriorar a mayor velocidad (colágeno, ácido hialurónico…)
– Mención especial a los ácidos grasos esenciales (omegas 3 y 6) (evitan deterioro visual asociado a la edad, mejoran procesos de memoria, evitan accidentes cardiovasculares, mejoran la función barrera de la piel…) ,
– HMB (metabolito del aminoácido leucina que evita la pérdida de masa muscular que se produce a partir de los 40) (ENSURE®)
– Minerales: Magnesio, que mejora la contracción muscular, potencia el sistema inmunitario y tiene efectos positivos en el ánimo…
c. Procuremos dedicar las suficientes horas al sueño. La falta de sueño es en sí mismo un agravante pero, además, durante el sueño se fija la memoria y se genera una hormona que retrasa el envejecimiento. Es cierto que con la edad las necesidades de sueño y los patrones del mismo van cambiando.
d. Realicemos ejercicio físico regular para mantenernos en forma.
e. Cuidado de la piel con cremas hidratantes y antiarrugas específicas….
2. Informarte según cuales sean tus preocupaciones para que puedas elaborar un plan más personalizado: info@tfarmacia.com
2 comentarios. Dejar nuevo
Me encanta!!!!
Muy interesante!!!