El envejecimiento es el proceso natural por el cual el cuerpo humano se desgasta y pierde su capacidad para regenerarse y funcionar de manera óptima con el tiempo. A medida que envejecemos, nuestros cuerpos experimentan cambios físicos y mentales que pueden afectar nuestra salud y bienestar.
Aunque el envejecimiento es un proceso natural, hay ciertas medidas que se pueden tomar para mantenerse saludable a medida que envejecemos, como llevar una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y mantener la mente activa
Son diversas las causas:
1. Envejecimiento cronológico: Un buen punto de partida es comprender que el
envejecimiento es propio de la evolución del organismo. Del mismo modo que desde
pequeñitos crecemos hasta alcanzar un punto máximo en el desarrollo de nuestro
cuerpo y desempeño de nuestras funciones (porque genéticamente estamos
programados para ello), una vez alcanzado ese punto nuestro organismo comenzará a
envejecer. Es intrínseco, inevitable y progresivo.
2. Envejecimiento conductual: Sin embargo, del mismo modo que el entorno y la
alimentación determinarán que un niño desarrollo o no al máximo su potencial
genético, igualmente nosotros podemos incidir sobre los factores externos
responsables del envejecimiento a fin de que la pendiente de la curva sea lo menos
acusada posible. ¡Epigenética tan de moda!
Sabemos, pues, que envejecemos “porque si” y por hábitos (activos o pasivos: tanto
cosas que hacemos como otras que dejamos de hacer) pero…. ¿por qué? No está del
todo claro…
- Las sucesivas divisiones de nuestras células durante la vida hace que estas empiecen
a multiplicarse de forma más ineficiente entrando en senectud (teoría de la
telomerasa). - Parece claro el papel de reacciones de óxido-reducción que deterioran las células y
sus estructuras (las proteínas como por ejemplo el colágeno).
Ante tanta incógnita… ¿qué hacemos?
¡Evitemos las situaciones que sabemos generan radicales libres!
- Exposición solar
- Tabaco
- Estrés
- Polución
Mantengamos una dieta completa y equilibrada, eligiendo los complementos nutricionales que más se adecuen a aquello que más nos preocupa y a nuestras características genéticas.
– Antioxidantes: resveratrol, vitamina C y E (REVIDOX ADN ®)…
– Sustancias que, debido al envejecimiento cronológico, vamos a generar menos o a
deteriorar a mayor velocidad (colágeno, ácido hialurónico…).
– Mención especial a los ácidos grasos esenciales (omegas 3 y 6) (evitan deterioro visual
asociado a la edad, mejoran procesos de memoria, evitan accidentes cardiovasculares,
mejoran la función barrera de la piel…).
– Proteínas con alto valor biológico para poner al organismo en situación de reparar el
desgaste de sus estructuras físicas y funcionales: tanto en piel, músculo, cartílago (lo
físico) como de fabricar neurotransmisores para estar animados, dormir bien (lo
funcional).
– Minerales: Magnesio, que mejora la contracción muscular, potencia el sistema
inmunitario y tiene efectos positivos en el ánimo…
Procuremos dedicar las suficientes horas al sueño.
La falta de sueño es en sí mismo un agravante pero, además, durante el sueño se fija la memoria y se genera una
hormona que retrasa el envejecimiento. Es cierto que con la edad las necesidades de
sueño y los patrones del mismo van cambiando.
¡Y recuerda practicar ejercicio fisico para mantenernos en forma!
Informarte según cuales sean tus preocupaciones para que puedas elaborar un
plan más personalizado
Marta Manzanaro
FARMACÉUTICA